Como principiantes de kayak, nos costó adaptarnos a los movimientos y coger el ritmo adecuado, requiere esfuerzo, sobre todo si el viento sopla en contra.
La actividad nos encantó y se nos hice muy amena y dinámica. La verdad es que nos llevamos una buena sorpresa. Sin duda, a veces los planes improvisados son los mejores.