El archipiélago portugués de Madeira es un destino muy popular entre los turistas de todo el mundo. Y es fácil entender por qué.

La isla está expuesta a un agradable clima templado durante todo el año, que oscila entre los 17 grados del invierno y los 25 del verano. No sólo eso, sino que además cuenta con largas extensiones de playas de arena polvo, lo que la hace ideal para quienes buscan practicar actividades al aire libre y marítimas como el surf.

La gran variedad de fauna y flora exclusivas de la isla ha atraído a senderistas, excursionistas y naturalistas de alto y bajo nivel. Madeira ofrece unos 966 kilómetros de senderos, muchos de ellos junto a las levadas, uno de los mayores atractivos de la isla.

En los últimos años, el barranquismo se ha convertido en una actividad cada vez más popular entre turistas y lugareños.

Los submarinistas encontrarán en Madeira una joya del océano. Su plétora de criaturas marinas y sus codiciados puntos de inmersión, como la Ponta de São Lourenço, la han convertido en uno de los principales destinos de submarinismo.

Los visitantes pueden incluso avistar cetáceos y ver diversas especies como el delfín moteado, el delfín listado, el delfín mular, el calderón tropical, el rorcual tropical, el rorcual boreal, el rorcual común, el cachalote, los zifios... ¡la lista es interminable!